El último single de lo que será su nuevo disco, el cuarto de su prolífica carrera, nos remite a Oriente y se inspira en la cultura de los videojuegos.
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El tránsito de Armisticio hacia su cuarto disco ha sido diverso y sorpresivo. Ya ha comentado Matías Soto que este trayecto ha sido mucho más pensado y metodológico, orden que lo llevó a lograr desfragmentar sus intereses y convertirlos en diversos tejidos electrónicos que permiten el pop, el romance y la crítica social.
Luego de escuchar "Médula" e "Insectos de Sueño", llegó el turno de "Miradas Danmaku", la apuesta más hiperactiva y experimental del chileno. “Una abstracción de tal envergadura, que al intentar representar aquellas sensaciones en palabras e ideas concretas, me hallo pasmado y sin recursos literarios”, explica el compositor responsable de “Superficial 3”, su último trabajo con data del 2017, editado bajo Quemasucabeza.
Para él, un desarrollo personal que “difiere un tanto con lo expuesto anteriormente en Armisticio”. Tiene un dejo de Oriente y se nota: Japón resalta en las decisiones sonoras que presenta y Soto lo atribuye a Manabu Namiki, importante contribuidor a la cultura de los videojuegos de tal país durante los años noventa.
Cada día es una réplica, canta, mientras las repeticiones se mezclan con el espíritu álgido de esta pieza que podría musicalizar el comienzo de una aventura en consola sin problema. “Intenté ahondar en mis sentimientos y hechos en relación a mi personalidad, tal como en sus contradicciones”, apunta Armisticio, siendo el protagonista de su propio juego de rol.
foto por Nelson Fernández
vía comunicado prensa quemasucabeza
twitter: @quemasucabeza
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