Luna' y 'Quién te Apura' conforman una nueva entrega del músico; una apuesta al pop que logra fusionar la seriedad de su relato con el júbilo de sentir.
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¿Quién te apura, corazón? Baja un cambio, ya es verano. Juan Fernando Rubilar lleva una década en el circuito musical nacional en formato banda, pero hace un par de meses se dejó llevar por la espontánea inquietud de levantar una carrera más personal y desprejuiciada, proceso que ya nos dejó un corto homónimo estrenado durante el 2017, bajo Discos Nobita.
Juan al Medio es el viaje solitario, pero con muchos amigos, que reúne honestamente las creaciones del también integrante de Los Valentina y Medio Hermano. Un paseo que cuenta con la producción de Martín Pérez Roa, pieza clave en el resultado total que nos lleva de la simpleza de la guitarra a tonadas distorsionadas ideales para disfrutar del sol y el romance, sin olvidar la nostalgia ni mucho menos el humor.
Luna es el nuevo sencillo doble del artista, una segunda etapa para el proyecto que pasó del apuro de relatar lo íntimo a condensar ideas apegadas a la relación actual del artista con el pop. Bajo este mismo nombre, está el lado A de esta historia: una oda a nuestro satélite personificado como fuente de deseos, a la que Juan al Medio le pide favores en clave melosa sin mostrar ni una gota de pudor, porque así de amplio es el espectro sonoro que habita en la carrera y mente de uno de los fundadores de La Reina Morsa.
Es imposible escapar de las canciones de amor, la gracia está en construirlas desde el aporte, pensar en el sentimiento desde la añoranza y no desde la obsesión. Así de despojado, el músico nos conduce a un lado B creado durante el 2013, tras el término de su proyecto con Vicky Cordero.
‘Quién te Apura’ es el vaivén perfecto para esperar el la vida. Si contemplamos el río nocturno en ‘Luna’, en este segundo track es inevitable envolverse por el ánimo lúdico de dejar de cargar cruces de otros y de empezar a seguir el curso natural del caudal.
Que no vale la pena andar corriendo, ni llenarse de trancas y prejuicios que nos impiden fluir. Bastante mejor es abrazar el sol, disfrutar del amor, caminar con el pop y no lucir dubitativo frente a la opción de experimentar, mucho menos de experimentarse emocional y recreativamente, con las sustancias, vitaminas o sentimientos que elijamos.
El mundo está lleno de texturas, y Juan al Medio logra los relieves perfectos de estos tiempos en Luna. De calor en el asfalto, de musgo en el bosque. Amar y reírse antes de que todo se ponga cuesta arriba; hacerse cargo de la melancolía y los temores para poder seguir.
El estado perfecto para reflexionar antes de continuar con sus proyectos que contemplan un nuevo disco con Medio Hermano, dispuesto a suceder al Lucha Libre; además de otras sorpresas junto a Los Valentina, responsables del exquisito álbum, Señoras, del 2016.
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